Ricardo Arias: un relator obsesivo del lenguaje radial
Por Matías Adussi y Nahuel Bastone
O’Brien es un pequeño pueblo a las cercanías de la ruta 46, en el partido de Bragado en la provincia de Buenos Aires. Algunas personas lo conocen por ser el lugar donde nació el ex futbolista Fernando Cavenaghi. En esa tierra también nació Ricardo Arias, allá por 1930. Fue uno de los más grandes relatores y periodistas de nuestro país y vale la pena recordarlo.
Llegó con
tan solo diez años a General Pico, La Pampa, adonde se mudó con toda su
familia. Por eso se ganó el famoso apodo de “El Pampa”, y hoy en día una de las
calles de la ciudad, la diagonal 300, lleva su nombre. Era conocida su
ideología política a favor del Peronismo y también su gran fanatismo por el
boxeo, que tuvo una gran influencia en su vida profesional. Se animó entre los
primeros años de la década del setenta a confesar que era hincha de San Lorenzo,
lo que no le impidió de ninguna manera llevar adelante la campaña de Vélez
entre los sesenta y los setenta. En Radio del Pueblo, cuando seguía al Fortín tuvo
como vestuaristas a jóvenes compañeros como Nelson Castro, Alejandro Apo y Walter
Nelson.
A sus
transmisiones siempre les agregaba un toque fino de buen humor. Por ejemplo, durante
1967, debutó en la primera de Vélez, el marcador de punta Sinatra. En sus
relatos, Ricardo Arias decía: “Toma la pelota Sinatra. Se la lleva Frank
cantando bajito”. Cuando Vélez venció a Racing 4 a 2 en el estadio de San
Lorenzo en 1968 y se consagró campeón del Nacional, fueron figuras esa tarde
Omar Wehbe y Daniel Willington. Al terminar el partido, expresó Ricardo Arias:
“Las W se juntaron y el campeonato ganaron”. Durante 1971, Vélez realizó una
gran campaña y salió subcampeón. Una tarde que goleó a San Lorenzo Arias dijo:
“Ganó Vélez, obtuvo un triunfo resonante por 6 a 1. Vélez tiene a las 3 “B”
benditas: Bianchi, Benito y Bentrón. Jogo bonito, jogo bonito es el que hacen
Bianchi y Benito”.
Fue portador
de un vocabulario muy trabajado y pulido. Además sabía cómo manejar los ritmos
de sus relatos para poder transmitir muchísimas sensaciones a sus oyentes. Por esta misma razón relató
las peleas más importantes de boxeo por la radio, como lo fueron los combates
de Carlos Monzón, Nicolino Locche, Víctor Galíndez y Gustavo Ballas. Estuvo en
LR4 Radio Splendid, en la que pudo ser comentarista junto a Ulises Barrera de
la pelea que protagonizaron Muhammad Ali y Oscar “Ringo” Bonavena. Esa
transmisión obtuvo el segundo rating más alto de la historia.
Él siempre
estuvo ahí, en cada momento, con los protagonistas más importantes. Realizó entrevistas
a Ubaldo Rattin y Ángel Rojas, entre otros reconocidos protagonistas, y cubrió los
entrenamientos de equipos emblemáticos como el Estudiantes de La Plata de don
Osvaldo Zubeldia, que salió campeón mundial a fines de los años 60.
Un obsesivo
del lenguaje… Con estas palabras se puede describir a este gran relator. Y
parece imposible no imaginarse a través de esto, la personalidad, la
responsabilidad y el desempeño que tenía en cada cobertura o entrevista.
Lamentablemente, a los 56 años se apagó la voz de uno de los relatores más
recordados de la historia del país, cuando todavía tenía mucho más para darnos
y emocionarnos con sus relatos.
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