Biglia, el titular indiscutido
La selección Argentina dio dos imágenes bien distintas en esta Copa América. Primero contra Paraguay, se vio un equipo vertical pero sin equilibrio al momento del regreso y los relevos, eso le costó caro en el segundo tiempo, finalmente empatando un partido del que era dueño absoluto. Frente a Uruguay el equipo aprendió la lección, fue vertical pero tuvo mayor contención y si bien sufrió un poco sobre el final, se pudo ver un equipo más equilibrado.
La clave de este cambio tiene nombre y apellido, Lucas Biglia. El jugador de la Lazio es una pieza fundamental en el mediocampo argentino. Contra Paraguay no pudo estar desde el arranque por una lesión que casi lo deja sin Copa América, entró en los últimos minutos. Contra Uruguay fue titular y el cambio fue sustancial. El mediocampista se gano el lugar silenciosamente, teniendo un juego superlativo en la Copa del Mundo.
Mascherano es el que más siente su ausencia. Con Ever Banega la selección gana en juego, pase y calidad, pero el regreso del equipo queda descompensado ya que el mediocampista del Sevilla tiene un juego más ofensivo y le cuesta el retroceso al igual que los relevos. Con Biglia el equipo gana en la parte defensiva. Sus relevos son importantísimos, ya que cuando los laterales pasan al ataque siempre se lo puede ver ocupando esas posiciones y siendo una rueda de auxilio para el mediocampista del Barcelona que no tiene que preocuparse tanto de estar en todos lados al mismo tiempo. Sin duda forman una dupla de mediocampistas que hace a que la selección no sufra tanto de la transición de ataque a defensa.
Por estos motivos es que no tenemos ninguna duda que, si bien Messi es el gran emblema desde la calidad, Biglia es desde el silencio el otro número puesto al momento de formar el equipo. Los hinchas y Mascherano lo agradecen.
Martín Tagliafico
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