Una Selección con muchos goleadores y pocos goles
La
diferencia de rendimientos es abismal. Cada delantero que esta hoy dentro del
plantel albiceleste es figura y goleador en cada uno de sus clubes. Sin ir más
lejos el tridente titular de esta Copa América (Messi-Di Maria-Aguero) acumula 94
goles en la temporada 2014-15 europea. Y hasta en el banco de suplentes podemos
encontrar jugadores de la talla de Carlos Tevez (28 goles), Gonzalo Higuain (27
goles) o Ezequiel Lavezzi (9 goles). Sin embargo en lo que va de este torneo
son muchas más las situaciones desperdiciadas que las convertidas, y eso es lo
que preocupa: la falta de gol, de definición, de personalidad a la hora de
estar frente al arquero. Básicamente tenemos 3 goles en más de 25 oportunidades
claras de gol y encima uno fue de penal.
¿Por qué nos
cuesta tanto convertir? Es inobjetable que Argentina sabe crear las situaciones
y llegar mano a mano más de una vez o al menos lograr remates de afuera del área
con poca marca, pero la precisión no es la mejor. El equipo presiona, se mueve,
toca con paciencia, crea oportunidades y falla. Messi en Barcelona puede
enganchar para adentro más de mil veces por año desmarcándose de 3 o 4
jugadores y el 95% terminarlas en gol. Sin embargo en la Selección pareciera
que va con miedo, que no mira, que ya escucha los murmullos y se bloquea, y ahí
vemos como la pelota se va afuera, pega en un defensor o simplemente va hacia
las manos del arquero. Cada desborde de Di María se va de largo, cada pase mal
dado (48%) es un contraataque del rival y cada remate al arco pareciera que se
olvido la fuerza potencia en su nueva casa en Manchester. Dejo para lo último a
Agüero porque si bien era el que menos expectativa me generaba antes de que
arranque esta Copa, fue el que más ganas le puso, el que hasta ahora pudo
revertir la pobre imagen que nos dejo en el Mundial de Brasil 2014. Autor de
dos goles y de corridas esperanzadoras el delantero del Manchester City promete
seguir convirtiendo y continuar como titular en el equipo de Martino.
Esperemos
que estos tres días de descanso le sirvan a Lionel y compañía para recuperar el
físico, la cabeza y acordarse de como se festejaban las conquistas. Hay que
hacer los goles como respuesta a todo. Liberarlos del secuestro de los
europeos.
Pablo
García
Comentarios
Publicar un comentario