Triunfo agónico sobre Argentinos

Vélez derrotó de forma agónica a Argentinos, en el Estadio José Amalfitani. En la previa todo era nerviosismo en el público, ya que eran tres las derrotas consecutivas que arrastraba El Fortín en condicion de local. Esta victoria es tan linda como necesaria, ya que prácticamente ganar era una obligación, teniendo en cuenta que el conjunto de La Paternal llegaba sin victorias en lo que va del torneo y se ubica en la última posición de la tabla. Pero si bien estaba la obligación de ganar, eso no quería decir iba a ser fácil lograrlo, que de hecho no lo fue.

El partido comenzó con ambos equipos intentando tener el balón, pero cada vez que uno de los dos lo poseía, les costaba generar ideas de juego. La primera chance la tuvo el conjunto visitante con Lucas Cano, ejecutando un disparo que se fue cerca del arco.Vélez reaccionó rápido y tres minutos más tarde por medio de Leandro Desábato, ejecutando un tiro de media distancia que se fue por lo alto del travesaño. Hernán Toledo comenzó a hacerse presente en el partido, con sus habituales desbordes. Fue en uno de ellos, en donde por medio de un centro propio, Fabricio Alvarenga conectó un cabezazo que se fue muy cerca del arco de Federico Lanzillota.

Argentinos con pocas armas en ofensiva, intentaba aprovechar sus pelotas paradas, pero no lograba hacer daño a su rival, el cual, daba muchas ventajas en varios de los sectores de su defensa. El Fortín comenzó a perder posesión de la pelota. Blas Cáceres era el encargado de poder generar el juego en el medio campo, acompañado de Leandro Somoza, quien realizo un buen partido, tanto en la recuperacion, como en la distribucion del balón.

Ambos conjuntos no lograban imponerse unos a otros, esto genero muchos roces en varias jugadas. Fue el caso de Braian Romero, donde barrió a Damián Pérez en un intento de quitarle la pelota, dejando lastimado al defensor. Ha falta de cinco minutos para el final de la primera tapa, el entrenador del “bicho” mando a precalentar a sus dirigidos. Entre ellos se encontraba una persona muy querida por todo el público fortinero, esa persona era el Federico “El Pocho” Insúa. Los aplausos empezaron a llover desde la popular y ambas plateas. Sin dudas una gran emoción y homenaje, a alguien que en su momento, le dio muchas alegrías al pueblo velezano. El primer tiempo finalizó sin goles para ambos equipos.
El inicio del segundo tiempo comenzó con la mala noticia de la amonestación de Lautaro Gianetti, quien sumó su quinta tarjeta amarilla y deberá cumplir una fecha de suspensión, perdiéndose el partido frente a River. Al igual que en la primera parte, Argentinos no lograba hacerse fuerte en el ataque, pero Vélez no obtenía ventaja al respecto, lo que generó que el partido sea muy trabado y prácticamente nulo en la dinámica y funcionamiento del mismo. Christian Bassedas realizó el primer cambio con el ingreso deAgustín Doffo por Fabricio Alvarenga.

La idea era clara, lograr con Agustín un conductor del equipo, ya que Blas Cáceres, quien intentaba hacer esa función, quedaba muy solo en el mediocampo. El Fortín daba muchas ventajas en defensa y esa fue el principal arma que poseía la visita, aunque no lograba tener éxito en sus ataques. A los dieciocho minutos, llegó el segundo cambio, ingresó Maximiliano Romero por Nicolás Servetto. En ambos cambios realizados por el entrenador local, se mantuvo la estructura del doble cinco.

En el conjunto de La Paternal, en el mismo momento del ingreso de Romero, ingresó Federico Insúa por Lucas Rodríguez. A los veintiún minutos se iba a producir una de las grandes polémicas de la noche. Agustín Doffo desbordó en el área rival a gran velocidad, cayendo al piso luego del cierre en defensa de Miguel Torrén. Todos los jugadores velezanos fueron pedir penal, pero el árbitro Facundo Tello amonestó a Doffo por simulación, la cual, se vería por televisión que fue verídica.

Promediando los treinta minutos, se produciría el ingreso de Santiago Stelcaldo por Blas Cáceres. En la visita ingresó Carlos Bueno por Nicolás Cano. Los últimos quince minutos fue el peor momento de Vélez en el partido. Se veía al equipo totalmente desordenado y con poca iniciativa para atacar, lo que generaba confusión entre los mismo jugadores. Era normal, las tres derrotas consecutivas que arrastraba el equipo en condición de local, inconscientemente generaba una presión extra.

Era importante buscar la victoria, pero a la vez era vital no volver a caer derrotados en esta condición. Su rival se dedicaba a defender el empate tratando de aprovechar algún contraataque. La chance más clara de la visita iba a estar en los pies de Federico Insúa, quien ejecutó un remate desde fuera del área, que pasó muy cerca del ángulo izquierdo del arco de Alan Aguerre. A falta de un minuto, El Fortín por medio de un remate de Agustín Doffo que fue desviado por Miguel Torrén, se consiguió un córner, el mismo fue ejecutado de gran forma por Santiago Stelcaldo, logrando que el balón llegue a la frente de Lautaro Gianetti, el cual, por medio de un gran cabezazo cruzado, convirtió el gol agónico, desatando la euforia en todo el estadio Amalfitani.

Sin dudas un gran desahogo, tanto para el publico, como para todo el plantel. El rendimiento futbolistico del equipo no es para nada bueno. Pero no siempre lo futbolistico es lo que termina predominando en un resultado. Vélez ante todo necesitaba un resultado positivo, que es lo que finalmente termino consiguiendo. Estos tipos de resultados son los que luego terminan siendo lo que permiten trabajar en la semana con otro tipo de tranquilidad y presion, generando que todas las falencias, puedan resolverse mucho mas facil. No es una tarea sencilla para Chistian Bassedas, ya que cuenta con un plantel muy joven, que debe ir armando fecha tras fecha.
Mariano Maceiras @marianomaceiras mariano@mundovelezano.com.ar

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