"El gol que me marcó, de todos los que relaté, fue el penal de Chilavert contra Estudiantes”
Por Chiara Campilongo y Patricio Verde
Alejandro Desco, quien es un clásico del periodismo partidario de Deportivo Morón, brindó una conferencia para los estudiantes de Periodismo Deportivo del Instituto Vélez, en la cual habló de su pasado en la radio, cómo fue ser relator de la campaña del Fortín, cómo es vivir el día a día en el ascenso, y cuales son sus proyectos a futuro.
-¿Tenés algún proyecto a futuro en cuanto al relato, algo que no hayas podido concretar?
-Relaté eliminatorias, no relaté un mundial en el lugar de los hechos; relaté Copa Libertadores. Creo que un mundial es lo que más me hubiese gustado hacer, aunque también creo que va a ser prácticamente imposible. Sí relaté la final que perdimos contra Alemania. La radio donde estoy ahora me dijo de hacerla por televisión, de hacer un programa especial y relatar, pero el mundial fue lo único. Yo le tengo el mismo respeto relatar un Atlas-Yupanqui que relatar Barcelona-Real Madrid. Uno tiene que relatar de la misma manera porque hay que respetar tanto al que le interesa un partido como al que le interesa el otro. Una sola vez no lo hice y nunca lo conté. Cuando empecé a relatar la campaña de Vélez y seguía relatando a Midland, fuimos con Marcelo Palacio, por única vez que fue "el Gordo" de comentarista y cuando llegamos me dice: "Hoy comentaste el partido, no relataste. Se nota que te cuidaste para llegar bien con la garganta". Y yo le contesté que sí, que tenía razón, fue la única vez. Me ha tocado relatar eliminatorias Argentina-Venezuela en cancha de River, en la época qué Argentina ganaba 5, 6, 7 a 0, en la previa al mundial del '94 o '98, no me acuerdo cual de los dos, y el sábado mismo había ido a relatar Morón-Estudiantes de Buenos Aires en Caseros y teníamos un pésimo retorno, y cuando pasa esto uno exige la voz porque no se modula. Llego a mi casa, hacía mucho frío, disfónico total, pero yo no me lo perdía Argentina-Venezuela en cancha de River cabina 2, tenía que ir igual. Llegué a la cancha, trataba de hablar lo menos posible y el locutor me dice: "Estás mal. ¿No?" Y yo le dije que no, que estaba peor que mal, a lo que me contestó: "Bueno, trata de alargar las jugadas, baja un poco la intensidad, y yo le contesté: "Pero es un Argentina-Venezuela, cinco o seis goles va a haber". Por suerte "el Piojo" López erró como 60 goles y terminó 2 a 0 nada más.
-Yo siempre digo que
hay periodistas y gente que juega a ser periodista, que son dos cosas
diferentes. Muchas veces uno lo sufre en la radio esto. A mí la radio me
gusta, yo he hecho muchos años televisión pero no me gustaba, lo hacía porque
lo tenía que hacer. La radio tiene esa magia, que por ejemplo se te acerque un
no vidente... Eso me pasó en Vélez, y me dijo: "¿Te puedo pedir un favor, Alejandro? ¿No podés describir exactamente cómo es la vestimenta hasta de los
arqueros? Porque pensá que a muchos en mi situación también les gustaría saberlo". A partir de ese día lo hago. Son esas cosas diferentes, esa magia
que tiene la radio, eso es lo que me gusta. Siempre me consideré un animal de
radio. Y lo que no me gusta es la falta de profesionalismo. A mis alumnos les
digo que hagan lo que nosotros no pudimos hacer, que es hacer valer el título y
que quienes trabajen en periodismo sea gente que ha estudiado periodismo. Mi
generación, las anteriores y algunas posteriores no lo hemos logrado: que solo trabajen de periodistas los periodistas.
-En tus años en Vélez, ¿cómo fue tu paso dentro de las transmisiones y los relatos? ¿Algún gol que relataste y te haya dejado un recuerdo?
-Yo en Vélez la pasé muy bien. Era la primera vez que relataba Primera. Es mucho más sencillo, obviamente, que relatar fútbol de ascenso por el simple conocimiento, más ahora que tenemos más televisión. No hace falta que tengas planilla y a los jugadores los conoces de memoria. Lo que me dejó es haber trabajado siempre con gente muy buena. La verdad es que no me puedo quejar en ese sentido de Vélez. El gol, parece mentira, pero es un gol que la verdad no lo hizo ni un jugador que eliminó cuatro o cinco rivales ni un remate de 35 metros que alguien clavó en el ángulo. El gol que me marcó, de todos los que relaté, fue el penal de Chilavert contra Estudiantes en La Plata el 8 de junio del 93. Inolvidable.
-Sabemos que sos una persona muy respetuosa y muy respetada dentro del medio. ¿Cómo es el hecho de no meterse en las internas?
-Es tener convicción. Yo con hinchas no me meto. Los saludo porque no le quitó el saludo a nadie, pero no me meto en las internas, trato de no darle lugar. Sí he tenido diferencias, y las tengo, con algunos dirigentes. Por ejemplo, cuando hay previa de elecciones, que te llama todo el mundo. Cuando vos sacas al aire al candidato "A", el candidato "B" y "C" te dicen: "Ah, viste, le estás haciendo la campaña al del A". Te suena el teléfono constantemente para contarte una cosa, para contarte otra, te mandan mensajes. El consejo que yo siempre le doy a los chicos que están arrancando es que si alguna vez les dicen después de un entrenamiento de ir a comer un asado, o alguna invitación, no se queden porque de pronto se dice algo o pasa algo en ese asado, y el periodista se calla la boca, pero siempre está el famoso topo adentro que habla con uno y con otro. Todos tenemos dentro de los grupos informantes. Si yo quiero saber algo, ya sé a quién tengo que llamar, y es cuando se dice que no se puede revelar la fuente. Entonces hay que saber aparte qué cosas decir. Eso es uno de los defectos que yo le veo a los chicos jóvenes, que por decir algo, quizás apurados o presionados por tus jefes directos, se equivocan y ahí empiezan a perder credibilidad. Meterse es venderle el alma al diablo. Después, cada uno o una hará su carrera, y por eso los periodistas gráficos no tienen ese problema que sí tienen los periodistas de radio y televisivos.
-¿Qué opinás de los exfutbolistas como Diego Latorre, que es comentarista pero no tuvo una carrera previa de periodismo deportivo?
-Es como dije antes, espero que la generación de ustedes pueda lograr que solamente los que estudien y tengan un título, puedan trabajar como periodistas. Eso es lo que te dicen los jugadores, nosotros podemos hablar porque tenemos vestuario, esto y lo otro, pero quizás no tienen capacidad para hablar, para decir una oración, cosa que con Diego Latorre no pasa porque ya desde jugador tenía una formación diferente en cuanto a lo cultural. A mí, particularmente, me aburren los comentarios de Diego; no me gustan. A mí me gustan los comentarios, y no porque haya trabajado con él, tipo Macaya, que con cuatro palabras te resuelve la situación. El que tiene que hablar mucho en una transmisión es el relator, el comentarista tiene que opinar. Yo lo veo mal lo de Latorre, y no es el único caso el de él, si los invitan a un programa como panelistas está bien, pero que tengan la atribución de un periodista y que le quite la silla a alguien qué gasto plata, tiempo, se recibió y es un apasionado de eso, yo lo veo mal.
-¿Qué creés que tiene que tener un relator para destacarse?
-Dos cosas:
personalidad y su propio estilo. Así sea feo el estilo, pero tenés que tener tu
propio relato, estilo y personalidad. Si vos querés imitar a alguien o
parecerte, carecés de personalidad. Tener tu propio estilo y personalidad es lo
mejor que le puede pasar a un relator, por suerte tenemos muchos relatores que
tienen su estilo propio y gran personalidad.
-Te voy a meter en un aprieto... ¿Preferís relatar Deportivo Morón-San Lorenzo en la Copa Argentina o Vélez contra el Milan en la Intercontinental?
-Los dos. Pero si tengo que elegir uno, obviamente que Vélez y Milan. Morón y San Lorenzo quizás se pueden cruzar muchas más veces que un Vélez-Milan.
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