“El deporte es una manera de vivir”

Por Ian Aboy

Carolina Ponce, la jugadora de handball de 28 años, de Vélez habló después de un entrenamiento en las tumbas. Contó por qué usa la 23, cómo es estudiar, trabajar y que rol cumple el deporte en su vida. La central del equipo B además recordó los entrenamientos en pandemia y cuando volvieron a la presencialidad, así como también algunas de sus mil cábalas que tiene antes y después de los partidos. Reconoció ser hincha de Boca, aunque hace más de 10 años que juega en el Fortín.

-¿Qué número de camiseta usás?

-Desde las inferiores jugué con la 9, después cuando llegué a Vélez ya estaba ocupada, así que agarré la 23, desde junior.

-¿Trabajás o estudiás?

Estudié Comercio Internacional, me recibí hace unos cuantos años ya. Trabajo en un laboratorio en la parte de importaciones.

-¿Cómo llegaste a Vélez?

-Soy de Liniers. En realidad viví toda mi vida en Mataderos, después me mudé. Hacía handball en un colegio; era más de barrio. Cuando esa escuela cerró me pasé a Vélez. Estoy acá desde el 2008. Siempre jugué handball.

-¿Podrías hacer un resumen de tu vida parándote en momentos claves?

-Primero, cuando arranco la secundaria, después haber elegido una carrera y poder decir elegí bien, porque me gusta lo que estudie y de lo que trabajo. También es un momento importante cuando te recibís, es como decir, este momento es mío, mi esfuerzo. Trabajar de lo que estudié también es un logro, porque no todo el mundo trabaja y estudia a la vez. Yo hice toda la carrera trabajando y de lo que ya estaba estudiando; entonces me re sirvió. En paralelo venía al club, que para mí es además del deporte, es como una manera de vivir... mis amigas, es venir a distenderte, es un cable a tierra, después de todo el día. Además de hacer deporte, porque una quiere competir, es tener tu grupo de amigas, que es lo más lindo.

-¿Cómo fue entrenar durante la pandemia?

-Estuvimos entrenando mucho por Zoom. Nos juntábamos y hacíamos clases tácticas con el técnico y después hacíamos físico también, cada una desde nuestras casas. Fue una manera de seguir en contacto y de también mantenernos en estado. No es lo mismo entrenar en casa, pero también te ves con tus compañeras, hacés una actividad física, no te olvidás de lo que es handball, repasamos algunas cosas, así que en pandemia estuvimos en contacto.

-¿Cómo fue el reencuentro a lo presencial?

-En noviembre volvimos, con muchos protocolos; cada una tenía su sector, hacíamos solo físico, fue raro. A las dos semanas se añadió pelota, entonces hacíamos cosas con pelota, cada una individual, después podíamos pasar, luego contacto físico, estuvimos hasta marzo y en abril se volvió a cerrar todo.

-Contanos alguna anécdota vivida en tu deporte.

-El handball es un deporte de contacto, y hay partidos que son muy físicos y picantes. Me acuerdo algunos partidos hace mucho tiempo, que jugamos en canchas neutrales, donde teníamos mucho público a favor y también en contra. Eran padres que nos bardeaban, era una locura y ganar, era re lindo. Jugamos un campeonato muy extraño, en el que había dos equipos de Vélez, las Juniors les ganamos a las chicas más grandes y pasamos a la final. Salimos campeonas. Después, viajes a Mendoza, a Chapadmalal..., son partidos lindos también. Jugar acá en las tumbas, desde que están nuevas es un sentido de pertenencia súper lindo, venís acá y es como casa, lo dejás todo.

-¿Tenés alguna cábala antes de los partidos?

-Tengo muchas: me pongo la misma ropa y no digo nada de que vamos a ganar. Esas cosas para mi queman los partidos. Miro a la rival antes de jugar si hay videos, repaso todas las jugadas. Trato de entrar siempre en calor con la misma persona, si ganamos el partido entro en calor siempre con la misma hasta que se rompe la cábala. Tengo mil, muchas no las digo.

Pingo Pong

-Si fueras a elegir un lugar donde vivir, ¿cuál sería?

-Tengo el sueño de en algún momento viajar y vivir en Europa. En España viviría tranquilamente, estoy entre Valencia y Barcelona que conozco y me gusta.

-¿Tenés algún ídolo o ídola?

-En el deporte, Martín Palermo.

-Si tuvieras que elegir un trabajo para toda la vida, ¿cuál sería?

-Ahora sería instagramer y cobraría por viajar. 

-¿Meme o sticker favorito?

-Yo tengo stickers de mis caras, cuando era chiquita, cara de enojada, de triste, de te estoy mirando. Encontré fotos mías y veía que ponía caras raras y las hice stickers.

¿Si pudieras cambiar el mundo que cambiarias?

-La injusticia, eso aplica un montón de cosas.

¿Serie o película favorita?

Series, me gustan Grey's Anatomy, Dr. House, Vikingos, Peaky Blinders, esas son mis favoritas. Películas miro un montón.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ricardo Arias: un relator obsesivo del lenguaje radial

Horacio “Chiquito” Irañeta: "el" productor radial de Vélez

Osvaldo Pascual Rao: “Por un Vélez mejor de lo que somos y más grande de lo que pretendemos”