Papote dio clase: la preparación física como un juego de ajedrez

Por Julieta Noya

Richard “Papote” González es el preparador físico de fútbol de primera división de Vélez. Brindó una charla a los estudiantes de la carrera de Periodismo Deportivo en las instalaciones del club. En un cálido encuentro con los futuros periodistas dio detalles de su vida y sus inicios como preparador físico, desde aquellos años en su Montevideo hasta hoy. Convocó temas a pedido de los entrevistadores y dio un pasaje por diversos temas, como fundamentos de la preparación física, las consecuencias de una buena alimentación y también tocó un tema clave: los sinuosos caminos de la psicología en el jugador, los pro y contras de los buenos o malos  resultados.

En el inicio del encuentro manifestó la importancia y la formación del deportista en desarrollo y el profesional, expresando una idea de base para comprender. “El fútbol es un deporte y como tal no deja de ser un juego. A partir de ahí todo lo que genera el profesionalismo y la alta competencia es una cosa, pero no deja de ser un deporte y un juego", señaló.

Explicó la diferencia entre un jugador profesional y un chico que está comenzando el camino al profesionalismo diciendo que “están las fases sensibles y las etapas de maduración que hay que respetar en la formación de un jugador. Hay deportistas que llegan bien y otros con algunas necesidades. Cuando eso es evaluado, a cada jugador se le da lo que esté necesitando. El deporte de alta competencia es cada vez más individualizado, porque tampoco puedo separar la parte mental del físico. Para mi es más importante la parte mental que la física".

También habló de la alimentación del deportista y nos dijo: "Hoy se come para ganar. Un deportista que no tenga un nivel de nutrición adecuado y preparado para la competencia está en desventaja para la capacidad de lesiones y la de rendimiento en un partido. Los jugadores se van a cansar sí o sí durante un partido, ahora, lo que buscamos es de retasar esa fatiga. Lo que busco es que se fatigue lo más tarde posible. Entonces, si yo controlo la alimentación, lo que me da el combustible para desarrollarme, es algo extremadamente importante. Nosotros tenemos hábitos alimenticios que no son los más adecuados. El exceso de carne, de pasta, pizza, hamburguesa, papas fritas, cosas que más nos gustan, que más queremos consumir y los jugadores no son ajenos a ese mundo social en el que vivimos. Se nos hace muy complejo. En la alta competencia, por ejemplo los jugadores con los que trabajé en forma individual en Europa conviviendo con ellos, todos tienen un chef. Lo que tenés que controlar habitualmente es tu casa". Y agregó: "Los hábitos alimenticios son los que te dieron tu familia, tu formación, tu educación o el país en el que naciste. Entonces, eso a veces nos puede jugar en contra. Cuando llegan a Europa no les queda otra que ponerse un chef o alguien en la casa que trabaje, porque una cosa es lo que puede comer tu señora, tus hijos y otra lo que puede comer él. No son las mismas porciones. Hoy la comida se pesa: si son 200 gramos, son 200 gramos; si son 8 nueces, son 8 nueces; y cada uno tiene individualizado su porción y su comida. Si no fuese así, estamos en desventaja, porque cada kilo de más que tiene ese jugador o cada kilo de grasa de más, es un kilo más que tiene que arrastrar durante 90 minutos. Por lo tanto el peso es determinante y la buena nutrición es extremadamente fundamental. Lo más importante que tiene el deporte el día de hoy. Los jugadores en el exterior están muy bien controlados, pero acá en América latina nos cuesta un poquito más, estamos trabajando eso".

A su vez, mencionó la importancia del descanso en el jugador: “Lo que hay que entender es que en el descanso es cuando realmente estamos entrenando, cuando yo descanso estoy haciendo algo que se llama súper compensación y es cuando estoy asimilando lo que trabajé. Entonces el descanso es determinante. Lo que pasa es que ahí hay un visible que yo no tengo. Yo con un tenista convivo más. Prácticamente, si viajábamos 35 semanas al año, yo dormía, desayunaba, cenaba, todo con él, por lo tanto yo sabia lo que hacía, pero muchas veces con un futbolista no tengo esa posibilidad. Termina de entrenar y el jugador se va para su casa y vuelve al otro día. Yo lo que tengo que hacer es educarlo, formarlo para que estemos entre jugadores profesionales, en cualquier lugar del mundo la liga de futbol es competitiva y ni que hablar de la liga de ustedes es más que competitiva entonces si no se cuidan los que pierden son ellos".

Por otro lado, dio parámetros, señales, para determinar el mejor nivel en el deportista: “Son muchos, no hay uno especifico que te pueda decir. Una cosa es entrenar y otra es competir. Vos, de repente, tenés jugadores que compiten muy bien y que entrenan muy mal, y tenés jugadores que entrenan muy bien y que compiten muy mal. Entonces lo mental y lo psicológico en el deportista es dominante. Los jugadores tienen actitud y determinadas capacidades. He visto muchos con talento que no han podido tener éxito y había otros que parecía que no tenían tanto talento y han sido extremadamente muy buenos jugadores. Se aplica en el juego o entienden bien el juego hay cantidad de aspectos que no manejamos  que son del deportista, que son del jugador. Seria muy injusto darte un valor para decir, que es muy individual, no podría dar una respuesta acertada al respecto".

Mencionó además aspectos importantes y comparativos, referente a la importancia del físico y el desarrollo mental del jugador. “He visto tipos que físicamente son unas bestias y mentalmente también son unas bestias y he visto otros que físicamente no están dando con la talla, pero psicológicamente y mentalmente están preparados para lo que van a jugar. He visto otros que no están preparados mentalmente y están preparados bien físicamente pero no dan...", señaló y añadió: "El ser humano es capaz de conquistar cualquier cosa: el Everest, cualquier desafió que lo logra con lo físico, pero llega un momento que es el tema mental. Cuando ya no podés más en tu mente queda un poco de capacidad de fuerza para vos darle un poco más. El tema es que muchas veces el deportista de alto rendimiento necesita de alguien que lo ayude a llegar a ese a ese lugar, al que él solo no puede llegar. Ahora vos tenés que tener la capacidad de aceptar que necesitás la ayuda de ese individuo para que te lleve a ese lugar que por vos mismo no llegás. Muchas veces el entrenador termina siendo la figura relevante porque lleva al deportista a dar lo que él por sí solo no podría darlo y mucho más si el jugador lo acepta. Entonces ahí podemos llegar. Pero a veces llegás solo. Hay muchísimos deportistas que eso lo logran con su propia capacidad. Hay otros que necesitan del empuje o del espacio. Puede ser un compañero, sus hijos, su mujer, su madre o su padre lo que lo empuja a dar ese plus que necesita el deporte y la alta competencia. Eso hace la diferencia de los monstruos de los que muchas veces hablamos, porque este tipo esta ahí porque es un fenómeno y porque reúne todas esas características para llegar".

Al tocar temas como la semifinal perdida y los resultados negativos en el torneo local esbozó algunas frases: “El fútbol se ama con todo lo que nos da, con la derrota y con el triunfo. En los dos hay que mantener el equilibrio, tanto en la derrota como en el triunfo porque si no tenés equilibrio, si no lográs la  humildad y si no lográs la tranquilidad, no podés estar trabajando en fútbol. No podés vivir porque si no estamos con las emociones se rompe todo. Yo siempre digo que el equilibrio emocional es determinante en la vida de cualquier persona. Hay que controlar las distintas emociones: el miedo, el odio, la bronca, la ira...".

Esquematizó en la pizarra, ejemplificando las emociones y cómo se manejan equilibradamente para no ser avasallados por ellas y mostró dos claros ejemplos: una negativo y otro positivo, mostrando un dibujo de volcán con una curva de pendiente y un balanceo mas estable. “Esto es futbol. Lo que hay que hacer es controlar tus emociones lo más que se pueda y no ser dominado por ellas. Usarlas para los cosas positivas, que son muchas", analizó. Ya finalizando le preguntaron por su apodo: por qué Papote, y aclaró los motivos: “En realidad Papote es del segundo del cacique de Machado, de Fernando Machado. Yo soy muy amigo de su papá. Fui a trabajar a un equipo llamado Montevideo Wanders, y el papá de Machado era dirigente; él me decía Papote. Y yo le empecé a decir así a él y a otros jugadores. Con el tiempo, empecé a viajar y llegué a China. Imagínense, para mi eran todos 'Papote'. Es un mundo de Papotes, jaja. Me era mas rápido para los nombres. Cuando fui a Rusia, había cincuenta hombres y cinco mujeres, entonces para mi era más fácil decir Papote a los hombres y a las mujeres por su nombre, porque eran pocas para acordarme. Cuando fui a Marruecos me pasó lo mismo. De hecho, si los jugadores me dicen 'Profe' no les contesto. Soy Papote".


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